lunes, enero 30, 2006

Chapter Eighteen (Mandy)

No es que daría mucho ruido Benj hablando pero en ese momento yo no estaba totalmente dormida. Me incorporé en la cama, de manera que estaba sentada apoyandome sobre el cabecero.
[Yo] ¿Con quién hablabas cari?
[Benji] Con Diana y con Lucía.
[Yo] ¿Qué tal se esta portando?
[Benji] Bien, ya lo sabes, es muy buena.
Se acercó a la cama, se sentó a mi lado y me dio un beso.
[Benji] ¿Qué tal te encuentras?
[Yo] Ya estoy mejor.
[Benji] ¿Quieres que te traiga algo?
[Yo] No, no hace falta. Quédate conmigo.
[Benji] Pues claro que sí.
Se echó hacía atrás y apoyó la espalda en en cabecero de la cama. Me abrazó con cuidado y me indicó que podía apoyarme en su pecho. Así lo hice, y al momento tenía su mano acariciandome suavemente el pelo.
[Yo] Benj.
[Benji] ¿Qué?
[Yo] Si vuelvo a Nueva York, ¿qué voy a hacer allí?
[Benji] Como que ¿qué vas a hacer allí? Lo que quieras cariño, lo sabes.
[Yo] No, Benji, no me refiero a eso. Qué voy a hacer, he cerrado el estudio y la revista me deja trabajar desde cualquier lugar con tal de tener los artículos a tiempo.
[Benji] Bueno, eso del estudio, puede que no sea así.
[Yo] ¡¿Qué?!
[Benji] Pues cuando tu fuiste a devolver las llaves y a que te dieran la fianza, después fuimos Joel y yo a pedirlas otra vez, dijimos que te lo habías pensado mejor y que querías seguir allí, el hombre se extrañó un poco pero al final nos lo volvió a alquilar.
[Yo] ¡Pero Benji! ¿Por qué lo hicisteis?
[Benji] Porque confiabamos en que ibas a volver y no queríamos que empezases otra vez desde cero. Además tenías ya todas las cosas a medida para el estudio y a los niños les encanta ir allí contigo a pintar.
[Yo] Sí, ya lo se. Pero ahora tengo otro problema, cómo les digo a mis jefes que no, cómo les digo que he venido hasta aquí para decirles que no, que no quiero trabajar aquí. Me van a despedir.
[Benji] No digas tonterías Lydia. Cómo te van a despedir por no aceptar un puesto más alto. Si tu quieres seguir en el que estas nadie te puede obligar a subir, a bajar si, pero a ascender no, nunca.
[Yo] Ya Benj, pero cómo se lo digo. No se que hacer.
[Benji] Ey, tranquila, cálmate. Vamos a dar una vuelta y te despejas un rato ¿quieres? Te va a venir bien salir un poco, hemos estado bastantes horas en el avión y nada más llegar al hotel ya viste lo que paso.
[Yo] Esta bien. ¿Dónde quieres ir?
[Benji] Donde tu quieras, seguro que conoces más cosas de aquí que yo.
[Yo] Vale. ¿Te vas a cambiar?
[Benji] No, ¿voy mal así?
[Yo] Para nada. Vámonos. Espero que te guste.
Estuvimos dando una vuelta por Trastevere, donde nos alojabamos. Fuimos al Templete de San Pietro in Montorio y más tarde a la basílica de Santa María in Trastevere. Al final sólo ibamos dando vueltas por calles y plazas desconocidas, pero a él parecía gustarle todo. Mientras estabamos sentados en una de estas plazas, con su fuente, las casas antiguas de fachadas rojizas y ocres rodeándola y dando toques de todos los colores flores que colgaban de todas las balconas, le llamaron.