Chapter Thirty five (Mandy)
Me lo contó todo. Bueno todo lo que se puede contar de cuando no ha pasado nada. Pero al menos dejó ver entre líneas que sólo necesitaba un pequeño empujoncito mas, otro pero un poco más grande. Ningún problema, para eso estaba yo allí, no tenía ninguna gana de estar en esa fiesta sino fuera por ella, si yo no llego a ir seguramente ella tampoco (si llega a pasar esto, nos quedamos todos sin emoción de nuevo en nuestras vidas, impensable).
Igual de impesable era que al salir del servicio en dirección a la sala donde estaba jugando Benji nos encontramos a Seb. Antes de saber que era uno de los mejores amigos de Mark no nos hubieramos imaginado poder encontrarle por allí, y menos sin algún miembro más del grupo.
A Diana se le notaba en la mirada ese brillo especial, que sólo salía en sus ocasiones “transcendentales”. Y eso para mí significaba una sola cosa, desaparece de allí en cuanto puedas.
Quizá hoy no fuese el día de Mark, pero alguien ocuparía su lugar, y Seb tenía todas las papeletas, como ya había pasado anteriormente (este chico aparte de unos ojazos tiene una suerte increible)
Al llegar a la sala donde estaban Joel y Benji me encontré con otra sopresa muy inesperada, al menos para mí, creo que lo sería más aún para Pi. Lo que me encontré fue Hilary con su hermana y un tio que no se separaba de ellas, hablando tranquilamente con Joel. Hice todo lo posible para que no me vieran, pero él lo hizo. Ya no me quedaba más remedio que ir hasta donde estaban ellos y hacer como siempre que nos la encontrabamos: fingir.
Fingir que estabamos “super contentos”, “super felices”, super todo lo que se os ocurra, pero sobre todo “super emocionados” de verla.
La chica había crecido, pero seguía usando las mismas palabras estúpidas que una cría de 16 años, pija y consentida usa (nunca se me borrará de la cabeza la primera vez que la ví…)
Aún no se como lo hice, pero conseguí salir de aquella conversación en menos de lo esperado, ni siquiera sé de lo que estuvimos hablando en ese momento. Menos mal que Diana se había quedado a medio camino, si a mí me costaba contenerme de no sacar las uñas, las dos juntas hubiesemos sido muy peligrosas para aquellas dos, pese al armario emprotado que llevaban de acompañante…
Igual de impesable era que al salir del servicio en dirección a la sala donde estaba jugando Benji nos encontramos a Seb. Antes de saber que era uno de los mejores amigos de Mark no nos hubieramos imaginado poder encontrarle por allí, y menos sin algún miembro más del grupo.
A Diana se le notaba en la mirada ese brillo especial, que sólo salía en sus ocasiones “transcendentales”. Y eso para mí significaba una sola cosa, desaparece de allí en cuanto puedas.
Quizá hoy no fuese el día de Mark, pero alguien ocuparía su lugar, y Seb tenía todas las papeletas, como ya había pasado anteriormente (este chico aparte de unos ojazos tiene una suerte increible)
Al llegar a la sala donde estaban Joel y Benji me encontré con otra sopresa muy inesperada, al menos para mí, creo que lo sería más aún para Pi. Lo que me encontré fue Hilary con su hermana y un tio que no se separaba de ellas, hablando tranquilamente con Joel. Hice todo lo posible para que no me vieran, pero él lo hizo. Ya no me quedaba más remedio que ir hasta donde estaban ellos y hacer como siempre que nos la encontrabamos: fingir.
Fingir que estabamos “super contentos”, “super felices”, super todo lo que se os ocurra, pero sobre todo “super emocionados” de verla.
La chica había crecido, pero seguía usando las mismas palabras estúpidas que una cría de 16 años, pija y consentida usa (nunca se me borrará de la cabeza la primera vez que la ví…)
Aún no se como lo hice, pero conseguí salir de aquella conversación en menos de lo esperado, ni siquiera sé de lo que estuvimos hablando en ese momento. Menos mal que Diana se había quedado a medio camino, si a mí me costaba contenerme de no sacar las uñas, las dos juntas hubiesemos sido muy peligrosas para aquellas dos, pese al armario emprotado que llevaban de acompañante…
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