martes, julio 04, 2006

Chapter Forty three (Mandy)

¡Increible! ¿Pero que se supone que estaba haciendo esta mujer? Durante los segundos que estuvimos frente a frente no hacía otra cosa que rondar por mi cabeza esa pregunta.
Joel estuvo a punto de encararse contra ella pero a tiempo le frené y le eché para atrás. Pedí a Diana que entrase de nuevo a la habitación conmigo, accedió tras pensarselo un breve momento.
[Yo] Lo siento…
[Diana] No tienes nada que sentir, tú no has hecho nada.
[Yo] Sí, ayudé a Mark para que te quedaras a solas con él. Y ahora me siento culpable por haberlo hecho. A ti se te veía feliz últimamente, desde que Mark me llamó para saber cosas de ti, lo noté, volvía a ser como eras antes. Pero te juro que no quería que pasara todo esto, pensé que iba a ser igual que otras veces, una tontería, un capricho, salir un par de noches, tomar algo y nada mas. Tampoco sabía que iba a pasar lo de Seb, ni siquiera sabía que se conocían. De haber sabido que todo esto iba a acabar así no hubiera movido un dedo por hacer nada.
Diana estaba anonadada, no sabía nada de lo que acababa de contarle, ni siquiera sospechaba que yo sabía algo. Despues de haberle contado todo yo estaba a punto de echarme a llorar, la culpabilidad me invadía por completo.
[Diana] Aunque supiese todo eso y hayas hecho lo otro, nada de esto hubiera pasado si yo no hubiese querido. Asique tranquila que no te voy a reprochar nada, sé que lo hacías por mi y de haber sabido el final hubieses hecho todo lo posible para cambiarlo.
[Yo] ¿De verdad?
[Diana] Pues claro. Pero ahora que me has hecho entrar aquí ya no puedo salir.
[Yo] Deberías quedarte, te han hecho una lavado de estómago y tenías alguna sustancia extraña, por eso te desmayaste. Si quieres le digo a Joel que no entre por ahora, que no te encuentras bien y quieres descansar, yo me quedo contigo.
[Diana] ¿Así?
[Yo] ¿Así cómo?
[Diana] Tata, estás embarazada de más de siete meses ¿cómo te vas a quedar aquí estando así?
[Yo] He estado en peores sitios en peores condiciones. Asique vuelve a ponerte ese precioso camisón, tan bonito que tienes ahí, te metes en la cama e intentas dormir algo. Yo salgo ahora a hablar con los chicos y vuelvo a venir contigo.
Me costó bastante convencerles, sobretodo a Joel, pero al final logré que al menos no se pasasen por la habitación en unas horas. Si querían algo, o yo necesitaba algo, ya les dije que me podía llamar al móvil.
Cuando volvía a entrar Diana ya estaba dormida, yo me quedé junto a ella hasta la mañana siguiente cuando despertara.