Chapter Forty seven (Mandy)
Las cosas en los últimos meses habían cambiado bastante. Yo había tenido ya al niño, Adam ya estaba bien, aunque al principio tuvo problemas y el primer mes tuvimos que estar con él en el hospital. Mis sobrinos habían vuelto y con ellos la guerra y las travesuras a casa, estaba enfadada con ellos por lo que habían hecho, pero tampoco podía estarlo demasiado pues yo había hecho cosas peores cuando estuve estudiando en un internado.
Al cabo de un par de años nos mudamos todos a Los Angeles, la ciudad de Nueva York tenía bastantes borrones que todos queríamos olvidar y lo mejor era cambiar de aires e irnos a la otra costa. El cambio pareció beneficiar a todos excepto a mí, con el traslado había dejado en Nueva York a muchos de mis mejores amigos incluso hasta mi trabajo. Aparté de mi vida todo lo que había sido antes, deje el diseño, la fiesta y una vida ajetreada y activa para pasar a todo lo contrario una vida tranquila, sin ninguna preocupación, únicamente ir por las tardes a enseñar a niños a dibujar, pintar, en definitiva expresarse con el color en un parque.
Nunca en mi vida pensé que pudiese vivir yo así. Aunque cuando tuve a Adam también dije que no me quedaría nunca más embarazada, y después de diez años volvía a estarlo y de mellizos, pese a que al principio muy poca gente lo sabía.
A todos parecía irles bien el cambio que habíamos hecho. Pero yo no lo veía todo tan bonito, las cosas a mi alrededor no iban demasiado bien y presentía que no iban a cambiar. Mi relación con Benji ha tenido momentos buenos, malos y regulares, la mayo parte de ellos han sido regulares, pero en este momento pasábamos por un bache bastante grande que sólo nosotros notábamos.
Al cabo de un par de años nos mudamos todos a Los Angeles, la ciudad de Nueva York tenía bastantes borrones que todos queríamos olvidar y lo mejor era cambiar de aires e irnos a la otra costa. El cambio pareció beneficiar a todos excepto a mí, con el traslado había dejado en Nueva York a muchos de mis mejores amigos incluso hasta mi trabajo. Aparté de mi vida todo lo que había sido antes, deje el diseño, la fiesta y una vida ajetreada y activa para pasar a todo lo contrario una vida tranquila, sin ninguna preocupación, únicamente ir por las tardes a enseñar a niños a dibujar, pintar, en definitiva expresarse con el color en un parque.
Nunca en mi vida pensé que pudiese vivir yo así. Aunque cuando tuve a Adam también dije que no me quedaría nunca más embarazada, y después de diez años volvía a estarlo y de mellizos, pese a que al principio muy poca gente lo sabía.
A todos parecía irles bien el cambio que habíamos hecho. Pero yo no lo veía todo tan bonito, las cosas a mi alrededor no iban demasiado bien y presentía que no iban a cambiar. Mi relación con Benji ha tenido momentos buenos, malos y regulares, la mayo parte de ellos han sido regulares, pero en este momento pasábamos por un bache bastante grande que sólo nosotros notábamos.
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